domingo, 11 de marzo de 2012

¡Loco fin de semana!


“Hoy es noche de pesca,” le digo a Ale, Paola y Regina; hoy nos vamos a reventar. Después de cambiarnos de ropa mil veces hasta sentirnos guapísimas, nos despedimos de mis papás y salimos rayadas rumbo al antro, con la esperanza de que nos dejen pasar.

La entrada, como siempre, está llena. A la mayoría de los tipos que van solos no los dejan pasar, pero el monito de la cadena nos ubica y yo creo que le caemos bien, porque sin bronca nos deja entrar.

En la ciudad ya sabes cómo está la onda, pero ahora estamos en la playa y para eso son los fines de semana, para ligar.
Entramos y vemos a mil tipos súperbién. ”Hay buffet”, dice Paola, “hoy es noche guerrera.” ” ¡Sí!”, reímos de forma exagerada para llamar la atención. 

Nos sentamos en la barra y pedimos bebidas. Mientras tanto comenzamos ver qué onda con los chavos “Una volteadita. No, no, tampoco…éste se ve muy tonto. No, no, de flojera. ¡Sí!, ¡Ése, está buenísimo!” Se lo enseño a otra amiga” ¿Cómo lo ves? ”En eso, una chava se le acerca y lo abraza súperintensa; creo que viene con ella. Lástima está muy bien el tipo.

Un amigo de la escuela se acerca para saludarnos. Siempre le he gustado. Es muy buena gente pero a mí no me late, se pone a platicar y resulta de flojera.

Volteo a ver al cuerísimo que antes ya habíamos visto y la chava sigue abrazándolo  pero él la pone de espaldas a mí. Mientras se abrazan, se me queda viendo y me sonríe. El cuate de la escuela. ¡Pobrecito!, jura que le estoy poniendo atención y yo ni siquiera lo escucho. Lo bueno es que traigo amigas y así nos los repartimos.

Volteo de nuevo y la niña lo deja de abrazar, parece que va al baño. Con los puros ojos veo que el galán me dice algo así como. “¿Qué pedo con el cuate que está contigo?” Y le hago cara de:” ¿Qué onda con la que vienes tú? “Me rio y el tetazo de mi amigo sigue hable y hable.
Con los ojos me dice: “Ven.” También con los ojos le contestó: “No, ven tú.” Con la mirada señala un lugar, así como “si quieres, ahí en medio. “Y bajo la cabeza como diciendo:”! Va ¡ ”

Al cuate de la escuela le digo: “aguántame un segundo. “ Camino hacia el tipo, guapísimo, nos topamos y pienso:” ¡Estoy rayada, está superbién! “Luego pienso. “No, el rayado es el, hoy me veo buenísima.”. Me rio sola.

“¿Cómo te llamas?” Me doy cuenta de que es de Monterrey. ”Luisa,” y me rio de sus acento. Luego el empieza a burlarse del mío. Tiene unos ojos ¡guau! Empezamos a platicar de cosas sin importancia y yo espero a que se aplique antes de que regrese su novia. Voltea  como al baño y ve que ya viene, saca rapidísimo su celular y me pide mi teléfono, ¡ya se estaba tardando! Se lo doy rapidísimo y nos despedimos con él, típico, abrazo ¡Pff! Seguro me llama mañana.

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